Día c, donde c pertenece a N

Me despierto. Miro el reloj, marca las 7:22 de la mañana. Vuelvo a dormir. Despierto. Miro el reloj, marca las 8:39. Me levanto. Es tarde ya, o casi. Prendo la computadora y voy a la cocina. Me sirvo cereal y miro por la terraza a la vecina. Regreso a la habitación y uso la computadora.

Estoy en clase. Estoy en una clase horrible. El profesor hace el esfuerzo por explicar, sin demasiada gracia, termodinámica estadística. Insiste que es un tema ya conocido y que no deberíamos preocuparnos. Ignoro al profesor y centro mi atención en el par de rubias sentadas delante mío. Me distraigo.

Mi presentación está a punto de comenzar. Los profesores del departamento han tomado ya asiento y alguien está por apagar las luces. Respiro suavemente, o eso intento. Trato de respirar automáticamente, pero he olvidado cómo. Llega una chica al salón. Saluda, luego se disculpa por llegar tarde en un inglés con marcado acento centroeuropeo. Es bonita, muy bonita. Es anaranjada, eso no es bonito. Respiro hondo y digo: ‘Buenos días…’

Llueve con desgano, sopla el viento. Estoy en la parada del tranvía esperando. Espero a los muchachos del partido comunista, o eso creo. Un tipo vestido como mormón, pantalón, camisa, y corbata, pero sin saco, se acerca a mí. Me pide acompañarlo. Yo acepto dudoso. Lo sigo hasta un local que tiene un parecido espeluznante con una oficina burocrática del Distrito Federal. Otro tipo, este con acento italiano, comienza a hablar sobre su ‘apostolado’ contra el capitalismo. Habla pura mierda, no son un partido: no se presentan a las elecciones y recaudan fondos. Me voy.

Acerca de José Manuel

I'm from Mexico and currently in a PhD program in the University of Oviedo, in Spain.
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