Breaking Bad

…o de cómo convertir una buena idea en algo aburrido.

El martes comencé a ver Breaking Bad, serie gringa con una premisa que a mí parecer es espectacular pero que al llevarse a la realidad no ha logrado mucho más que decepcionarme. Puede ser que el problema sea ese, leí un resumen y me emocioné. Las bajas expectativas son el secreto de la felicidad.

Aquí la idea: Un profesor de química con una vida de mierda descubre que tiene cáncer terminal y entonces decide manufacturar droga para dejar algo de dinero a su familia.

¿Buena no? Digo, a mí me parece un tanto mejor porque una de mis ensoñaciones es poder aplicar la profesión haciendo drogas y ganar montones de dinero en el proceso. Pero no, esta historia no se desarrolla más allá, o no hacia lugares no comunes cuando menos. Sí, una vez entendido que el personaje principal, Walter, toma la decisión de vender metadona y la manera en cómo funciona su entorno suburbano, él profesor de química en una preparatoria, su esposa embarazada y un tanto histérica, su hijo con problemas de motricidad, su cuñada loca y su cuñado macho agente de la DEA, todo lo demás es más forzado que la faja de Paquita la del Barrio. ¿Por qué? Porque todo se convierte en un cliché horrible.

Historia aparte, que yo entiendo está pensada para una clase media gringa con las limitaciones que ellos implica, encontré algunos errores que me hicieron perder aún más el interés por la serie. Enumeraré tres:

– En la primera escena de la serie se puede ver una placa del premio Nobel en la casa del personaje principal. Un ganador de este premio da clases en universidad, y una buena. No es creíble. En general se dice que Walter es muy bueno pero nunca se explica cómo terminó en esa vida.

– Al principio de la segunda temporada un traficante mata a alguien y luego se vuelve loco. Vamos, ¿en serio?

– Los cambios no progresivos de Walter. No es que evolucione y vaya perdiendo ataduras, el cambio radical en él es un recurso usado como solución de casi cualquier problema en la trama. Pasa de asustado a desesperado a un loco capaz de inmolarse, todo sin ton ni son.

A pesar de esto la serie tiene cosas positivas, como la filmación casi cinematográfica y la interpretación de Walter por el mismo actor que hacía de Hal.